La Iglesia Católica Apostólica Romana enseña que el Papa es
el vicario de Cristo, el sumo pontífice y el santo padre. Todos estos títulos son
usurpados.
Vicario de Cristo: La palabra vicario tiene su origen en el latín
y es una persona que sustituye o reemplaza a otra tomando todas sus
atribuciones. Es así que según la enseñanza de la Iglesia Católica enseña que
el Papa es el sustituto de Cristo.
Para que una persona tenga que ser sustituida necesariamente
debe estar ausente. En el caso de Cristo esto no se cumple puesto que nunca
dejo de estar con nosotros. “y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo.” Mateo 28:20.
La figura de Jesucristo es suficiente e insustituible por ningún
mortal. El catolicismo incurre conscientemente en una grave herejía al
proclamar que un hombre “el papa” es sustituto del Hijo del Dios vivo que nunca
nos abandonó.
Sumo Pontífice: el término “pontífice” proviene de la palabra
puente. El papa enseña que es el mediador entre Dios y el hombre,”el representante
de Dios en la tierra”. Otra grave herejía que enseñan es que solo por medio de la Iglesia Católica se
puede interpretar las Escrituras anulando de esa forma al Espíritu Santo.
La Biblia es clara al respecto:” Jesús le dijo: Yo soy el
camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14:6
Solo mediante Jesucristo podemos llegar al Padre. Mediante su sacrificio en la
cruz del calvario expió los pecados del mundo. No existen atajos ni otros
intercesores para llegar al Padre, solo Cristo
Santo Padre: La Iglesia Católica afirma que el Papa es el
santo padre, infalible y lo que él dice tiene hasta valor bíblico.
En cuanto al apelativo “Padre”, Jesús dijo: «A nadie en la
tierra llaméis padre, porque uno es vuestro Padre, el que está en el cielo. Ni
seáis llamados guías, porque uno es vuestro Guía, el Cristo» (Mateo 23: 9, 10).
Queda claro que llamar a un hombre “padre” confiriéndole autoridad espiritual
(como aclara el contexto) contradice directamente el evangelio.
En toda la Biblia, santo por excelencia es Dios: « ¡Santo,
santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, que era, que es, y que ha de
venir!» (Apocalipsis 4: 8). Cuando este término se emplea en relación con los
hombres, se aplica especialmente a “los santos”, que nunca hace referencia a
una categoría especial de personas, dotadas de virtudes extraordinarias, que
destaquen entre los creyentes. Según los apóstoles, “los santos” son todos los
cristianos, sin distinción (ver Hechos 9: 13, 32; Romanos 12: 13; 16: 15,
etc.).
La expresión “santo Padre” aparece una sola vez en toda la
Biblia. En la oración llamada sacerdotal, Jesús, dijo: “Padre santo, a los que
me has dado, guárdalos en tu Nombre, en ese Nombre que me has dado, para que
sean uno, como lo somos nosotros” (Juan 17: 11). No cabe lugar a dudas: El
Santo Padre es Dios. ¿Puede algún hombre asumir legítimamente ese título?
Jesús también dijo: «Vosotros no queráis que os llamen rabí
[maestro], porque uno es vuestro Maestro, y todos sois hermanos» (Mateo 23: 8).
Contradiciendo este mandato, los jerarcas romanistas, con el papa a la cabeza,
se erigen en maestros y ejercen el magisterio, dotado incluso de infalibilidad
cuando el papa «proclama por un acto definitivo la doctrina en cuestiones de fe
y moral» (ver el Catecismo de la Iglesia Católica, números 888-892).
El trono de Pedro y la sucesión apostólica
El texto bíblico mayormente utilizado por los católicos para
defender la sucesión apostólica papal es Mateo 16: 18, 19 donde dice “«También
te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del
reino de los cielos; y todo lo que ates en la tierra, quedará atado en los
cielos; y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en los cielos.»
Este pasaje para ellos les da autoridad al Papa pero lo
cierto y lo concreto es que en ninguna parte de ese pasaje dice que Pedro sustituiría
a Cristo, que sería el sumo pontífice ni mucho menos el santo padre.
No exista tal sucesión apostolica, solo fueron 12 los apóstoles,
son suficientes y no hay más. El ultimo apóstol fue Pablo (1 Corintios 15:8) El
apóstol tenía como función fundamentar las bases de la fe de la iglesia
primitiva. Este propósito claramente se cumplió con el cierre del canon bíblico.
“Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de
los doce apóstoles del Cordero.” Apocalipsis 21:14
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